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El Ayuntamiento anula la ampliación de aceras proyectada en Galileo y la cambia por un paso de cebra elevado

Paso de cebra que será elevado a la entrada de la calle Galileo | GMAPS

Diego Casado

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El Ayuntamiento de Madrid ha decidido cambiar por completo la intervención urbanística que había proyectado el área de Obras en la calle Galileo: no habrá ampliación de aceras en el lado de los impares, donde los aparcamientos se dejarán tal y como están, pese a que el proyecto original aprobado y adjudicado este mes incluía ensanchar el área peatonal en el polémico tramo que albergó el experimento de urbanismo táctico Despacio Galileo.

Finalmente, los trabajos consistirán en “elevar la intersección y adaptar el paso de peatones para calmar el tráfico y mejorar el tránsito”, han informado fuentes del área de Obras a Somos Chamberí, después de que este periódico publicara los planos del proyecto inicialmente aprobado. Un cambio menor en el proyecto existente que se replanteará durante la ejecución de la obra y no supondrá un modificado del contrato, cuya licitación fue firmada el pasado lunes por la empresa adjudicataria, Lantania.

Inicialmente, el contrato licitado por el área de Obras y Equipamientos del actual equipo de Gobierno preveía que los peatones ganaran espacio en esta vía y en otras seis calles del distrito, dentro de un plan de accesibilidad que afectará a toda la ciudad y que en Chamberí se ejecuta a través de una una Inversión Financieramente Sostenible (IFS). El área de Obras recuperó en esta IFS un proyecto que vino de la etapa de Carmena como alcaldesa y decidió no cambiar los pliegos para agilizar su tramitación, explican fuentes de este departamento a elDiario.es. Pero una posterior revisión del área de Obras con la Junta de Chamberí ha motivado el cambio y la marcha atrás en la ampliación de aceras.

Antes de esta modificación, la intervención en la calle Galileo iba a suponer restar espacio de aparcamiento a los coches, que perdían 10 plazas de estacionamiento en favor de “un correcto funcionamiento del tráfico peatonal”, “evitar accidentes y sus consecuentes afecciones a personas y bienes” y “favorecer la movilidad y la accesibilidad de los peatones”, según rezan el texto y los planos de la memoria de la actuación publicada en el portal de contratación, a los que ha tenido acceso Somos Chamberí.

Las obras iban a afectar a la acera de los impares de la calle Galileo, en la manzana que da al Centro Cultural y al parque José Luis Sampedro, sobre las que se iban a renovar las losetas en terrazo granítico gris, además de colocar cuatro bancos, 6 bolardos de granito para delimitar el espacio peatonal y “jardineras que enmarcarán la zona de acera que se amplía”, explicaba el proyecto. Además, se iba a aprovechar la ampliación para crear una nueva fila de cuatro alcorques.

Pero nada de eso se llevará finalmente a cabo. Lo único que se mantiene del proyecto original es la creación de unas orejetas en el cruce con la calle Fernando Garrido, en la acera de los pares, para mejorar la visibilidad y la accesibilidad y que supondrán la única merma en el aparcamiento de la zona, al perderse dos plazas azules en la intervención.

Las obras se ejecutarán junto con otras actuaciones en Guzmán el Bueno, Andrés Mellado, Fernando el Católico, Blasco de Garay y Calvo Asensio, a través de una IFS que también incluye actuaciones en Tetuán y que costarán 1.006.544,02 euros (impuestos incluidos) al Ayuntamiento de Madrid. La empresa adjudicataria, Lantania SAU, firmó el contrato de obras este mismo lunes. Parte de estas actuaciones vienen heredadas del equipo de gobierno anterior, que anunció las obras en noviembre de 2018 pero que no llegó a ejecutarlas.

Ampliar aceras sobre Despacio Galileo

El equipo de Martínez Almeida ha descartado la ampliación aceras proyectada por su equipo en la misma zona en la que desmontó una actuación temporal en el mismo sentido al inicio de su legislatura, hace ahora un año. Entonces, el alcalde se fotografió junto a la vicealcaldesa Begoña Villacís mientras los trabajadores municipales se llevaban las jardineras que delimitaban el espacio ganado al peatón, para dejar que los coches volvieran a aparcar en la zona.

La intervención de urbanismo táctico se llamó Despacio Galileo y consistía en retirar las plazas de aparcamiento en un tramo de 50 metros para sustituirlas por plantas, flores y bancos. Se puso en marcha a principios del verano de 2017 por el entonces concejal de Chamberí, Jorge García Castaño, dentro de un plan para reducir el tráfico en el distrito que finalmente no fue ejecutado ante las protestas de varios grupos vecinales, entre ellos la asociación El Organillo y la recién creada Chamberí Se Defiende.

Varias manifestaciones (a las que acudieron Almeida y Villacís), artículos en prensa y broncas políticas en el Ayuntamiento consiguieron la reversión parcial de la medida a finales del mes de agosto de ese mismo año y abrieron la calle a coches y motos. Pese a ello la movilización siguió y semanas después se retiraron el banco y el escenario colocados y se delimitó la zona con más jardineras. Nunca se llegó a ensanchar definitivamente la acera con una obra y, con el cambio en la alcaldía, los coches ocuparon de nuevo la calzada.

“Tanta protesta liderada contra la intervención en la calle Galileo, tantos plenos de distrito con carteles y gritos, tanta foto sonriente presumiendo de devolver espacio al coche, para ahora terminar anunciando la misma actuación con obra”, se quejaba este martes en redes sociales la concejala de Más Madrid y exedil del distrito Esther Gómez a la vez que compartía las imágenes de los planos del proyecto ahora descartado.

La actuación inicial del área de Obras en la calle Galileo iba a suponer el recorte de 10 plazas azules de aparcamiento de las 29 que se revertieron hace un año, pero la intervención final dejará hábiles 27 de las 29. Pese a todo, el espacio disponible para aparcamiento en la zona aumentó notablemente en 2017 gracias a la reordenación de la cercana Vallehermoso, donde se añadieron 74 plazas verdes al cambiar una de las filas de estacionamiento a batería.

Armando

No está claro a que se ha dedicado Martínez Almeida durante el confinamiento pero parece que se ha sacudido algo de esa capullez neoliberal que le aquejaba.

Recuerda a esos efectos de los que pierden la virginidad y además se enamoran.

Mejor hubiera estado que todas estas reconversiones, las de las aceras y las de sus glándulas, las hubiera pagado de su bolsillo.

german

verguenza siento por quienes nos representan, Almeida debería pagar de su bolsillo, lo que costo revertir esa actuación, no debería valer todo que pague y el próximo ya se cuidará de criticar algo que era bueno y beneficiaba a todos

Sam

Menos mal que se empiezan a hacer las cosas bien y nos vamos librando de las chapuzas temporales :)
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