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Muerte y resurrección

Una imagen del 15-M en la plaza de Olavide | ÁNGEL ALDA

Ángel Alda

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Jueves, 9 de abril de 2020. Uno de los mitos fundacionales de nuestra cultura es el de la muerte y resurrección de Jesús. Murió como hombre, resucitó como hijo de Dios y al final de los tiempos volverá con nosotros. La parusía. Casi todos los ciclos humanos colectivos adoptan esa forma sencilla de entender. El Covid será en el futuro explicado en esa clave. Estamos en la fase de la catástrofe vital. Pero la sociedad volverá a recuperarse y en algún momento con la vuelta de la normalidad todo recuperará el orden perdido.

¿Pero qué orden? ¿No ha sido acaso el orden imperante el que nos ha traído la pandemia? Ecólogos, biólogos y especialistas de diversas disciplinas nos dicen que nuestra forma de explotación de la naturaleza está en las bases de la multiplicación de riesgos para la vida. Granjas animales que trasladan enfermedades de los animales a la población humana. Contaminación del aire y de las aguas que altera los mecanismos de autodefensa y de la inmunidad. Globalización que implica conexiones humanas múltiples. Hacinamiento, pobreza, abandono que acompañan la vida de enormes multitudes. Nada que no sepamos o hayamos analizado desde los tiempos de la Ilustración. Antes las explicaciones eran solo religiosas. Pero con Malthus, con las teorías higiénicas, con los avances médico-científicos, incluso con derivaciones criminales como las teorías eugenésicas, parece que la humanidad ha ido tomando conciencia de los riesgos del vivir colectivo.

Pero las respuestas de la ciencia no son suficientes. Primero porque la misma ciencia se basa en el principio de la duda. Segundo porque asistimos en el mundo a una cruzada anticientífica de naturaleza política. El populismo como receta pretende erigir como razón de Estado exclusivamente a colectividades míticas como las naciones y las culturas locales. Es como la búsqueda milagrosa de una solución para un problema que los mismos dirigentes populistas no se atreven ni a plantear. Primero nosotros ¿pero quiénes somos nosotros?

Les dejo con ese acertijo. Tienen de plazo hasta la Última Cena que se celebra esta noche si las autoridades levantan el confinamiento a los apóstoles y allegados de Jesús.

Ánimo.

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