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El mercado del anuncio de la lotería agota todos sus décimos para Navidad

Carlos Ledesma - Mercado de Vallehermoso

Diego Casado

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“El miércoles salió lo de la lotería y el viernes ya estaban todos los décimos vendidos. Duró poco”. El que habla es Carlos Ledesma, el pescatero que más ha aparecido en televisión en los últimos días. Él es el que sale de fondo en el spot de la Lotería de Navidad de este año, cada vez que el actor Luis Bermejo acude al bar para comprar un décimo, que acaba tocando una y otra vez, en una repetición eterna del día 22 de diciembre, hasta que decide compartir su suerte.

El Mercado de Vallehermoso, lugar de rodaje del anuncio, también tenía un número a la venta, el 16339. Que acabó volando (aquí y en la administración de Tarragona que también lo vendía) por los buscadores de la suerte, esos que confían en que la historia que cuenta el anuncio se haga realidad en este lugar de Chamberí. “Venía gente a puñados que no habíamos visto en la vida, preguntando por el número que vendíamos. Algunos iban como locos buscándolo, igual que el protagonista del anuncio”, dice Carlos. Los 900 décimos que tenían reservados volaron en un abrir y cerrar de ojos.

A Carlos, que lleva toda su vida vendiendo pescado en Vallehermoso, le ofrecieron participar en el rodaje porque su puesto estaba justo enfrente de El Cafetín, el bar ficticio (en realidad es un puesto de Cervezas La Virgen) en el que se desarrolla la mayor parte de la acción. Le colocaron un abrigo debajo del delantal y estuvo rodando en jornadas maratonianas desde un sábado hasta el lunes siguiente. Empezaban a las siete de la mañana y acababan pasadas las once de la noche. “No tuve que madrugar, todos los días me levanto a las cuatro de la mañana”, admite. “Lo que llevaba peor es que era muy repetitivo, muy cansino. Cada escena que ves está rodada 25 ó 30 veces”, recuerda.

Además de servir como figurante y de poner el local, Carlos suministró la langosta que se acaba comiendo Bermejo frente a la tele de su casa. Eso y el resto de la decoración de la pescadería. Lenguados, merluzas y salmones, que forman parte de su género diario en su puesto, Pescados Carlos (hasta hace poco llamado Pescados Paco por su suegro, ya jubilado). Desde allí atiende a los clientes junto a su mujer. Pero ella no apareció en el anuncio. Ni casi ningún comerciante real del mercado, pues la mayoría de figurantes en el spot comercial más famoso de la Navidad eran actores profesionales.

La otra excepción la encontramos junto al puesto de Carlos, en la carnicería de los hermanos Hernández. Para el anuncio fue reconvertida en una panadería y los dos tenderos se animaron a meterse en harina y colgar los cuchillos durante tres días para figurar en el rodaje y aparecer como vendedores de barras de pan. “A este le ofrecieron participar porque se parece a Alfredo Landa”, bromea Federico (55) sobre su hermano Venancio (64). Ambos llevan solo dos años en Vallehermoso pero estuvieron otros 45 muy cerca, en la galería comercial de Magallanes ahora reconvertida en un centro comercial asiático.

Para esta pareja de simpáticos hermanos el de la Lotería de Navidad era su primer rodaje. No así para Carlos, que participó de niño en la grabación de varios programas de televisión infantil en el Aquópolis de Villanueva de la Cañada. Y en otros rodajes que ha acogido el Mercado de Vallehermoso, incluido uno en el que participó Raúl Arévalo, actor, director y habitual de estos puestos por contar sus padres con un restaurante a escasos metros. “Aparecer en la tele siempre es buena propaganda”, dice sonriendo, mientras prepara el lenguado para su próxima clienta.

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