Los viejos roqueros también queremos libertad
Ayer la alcaldesa de Barcelona, la señora Ada Colau, defendía la causa de permitir la salida a la calle de los niños confinados con el grito de guerra “Liberad a nuestros niños”. El lobby infantil está a tope mientras los vejetes estamos sufriendo una campaña que pretende que seamos los últimos en salir a la calle. Y lo malo es que lo estamos asumiendo con normalidad. La “Nueva Normalidad” lo llaman.
Me parece que vamos a tener que empezar a protestar. Los abuelos también tenemos nuestros derechos. Y la llave de la caja y del patrimonio familiar puede ser un arma definitiva en nuestro favor. Como no salgamos nosotros a gastar la economía se hunde. Sin turistas y con la gente joven en el paro somos la esperanza blanca de España. Sin nosotros se va a tomar por culo todo el país. Con nosotros también, seguramente, pero con más alegría y descorche.
Además resulta que estos que queréis dejar en casa para que no molesten hemos sido la generación que más resueltamente ha estado comprometida con las libertades en nuestro país. Hemos sido los que más hemos corrido delante de los grises y los que más hemos padecido la represión franquista. Nos morimos de la risa cuando vemos a los cachorros del franquismo reivindicando libertad de opinión para colar sus bulos y manipulaciones. Somos los únicos que conocemos las técnicas de reprografía por ciclostil y cómo hacer volar desde los tejados panfletos. Sabemos enfrentarnos hasta a la policía a caballo y aunque nuestros huesos ya estén sin cartílago podemos aguantar el lecho de piedra de las comisarías y hasta callar en los interrogatorios como los héroes que fuimos en su día.
Estamos preparados. Ojo con nosotros. Somos capaces de comprarnos la Harley de nuestros sueños juveniles, juntarnos en formación de combate y armar la de Dios por las calles y las plazas de España.
Liberad a nuestros mayores. Estáis avisados.
0